Esquince 30/08/2009, El viento

Al Viento más "Primaveras"

Madame Blavatsky

Céfiro, siempre en pos de las muchachas,
Raptor de Cloris, ninfa de las flores,
Un nombre que sugiere aliviadores,
Y que ella es una de las vivarachas.

Soplas desde poniente a suaves rachas,
Corriente aunque modelo de amadores,
El héroe de los alborotadores,
A toda fémina la deshilachas.

Eres, más que un hombre, un insolente
Sobre todo, por aquello de fresco,
Porque tú eres el viento de occidente,

Bufando por doquier como un tudesco,
Con una frescura sólo aparente,
Con tu aire de truhán pelopollesco.

Vendaval

Ricardo Triviño Sánchez

Calor. Lagartijas. Escondidas. Los barrotes de hierro arden. La calle vacía. Parece. Sí. Las aspas, unos centímetros. Un cuarto de vuelta, media. La pernera del pantalón, un escalofrío que escala. Me recorre como la mano de un sapo. Una vuelta. Sola. Nadie ahí abajo. ¿Quién contesta? No puede a veces. Las persianas bajadas. Los rectángulos de luz sobre mi cuerpo apagándose y encendiéndose. La sombra del sapo. La pupila cerrada que se abre, que se cierra. Sus ojos eran verdes cuando veía la luz de la calle. Se sentaba largas horas en el balcón y miraba a la gente pasar. Luego, nadie me cree. Las aspas giran suavemente, el pelo blanco araña su mirada bajo la luz nuclear. Recuerdo su flequillo rojo y su sonrisa. Todos duermen mientras ella sigue despierta. He intentado hablar con ella pero su mente siempre gira en torno a lo mismo y siento que no puedo entrar en esa puerta marcada en su pecho. Asocia cosas que parecen no tener sentido pero cuya lógica parece sólida como una maza de hierro. Las manos en las muñecas y no poder tragar el aire. Veo el molinete dar vueltas. Colores intermitentes. Las hierbas rebeldes se agitan en las fisuras. Empieza el centrifugado. La grava repica en el foso. Como un abismo, un desfiladero. Las lagartijas se mueven. La ropa de los tendederos vibra. Ella ya sabe que nadie iba a abrir las persianas. La empujaron contra el colchón. El juguete sale disparado, los árboles se comban, la hierba se postra. Cuesta mantener los ojos abiertos. Ojos ahora grises. Arenisca que corre con los lobos. Silban las esquinas. Algo muy fuerte empieza a latir dentro, como una niña queriendo salir de un armario. Hay un grito que no se puede oír con el ruido del aire. Un cartel es despegado de los muros. Otro. Recuerda hace tiempo un poderoso huracán que la preñó de miedo. El cuero estaba desgastado. Frío. Brazos de hielo la persiguen todavía por la piel, se acurrucan en su vientre. Una antena cae y rueda acera abajo y choca. Las contraventanas de aquella casa se partieron. Temblor. Los barrotes a punto de desatornillarse. Aquellas manos sobre las que se tatuaba la red de luz eran jaulas. Aquel nido de piedras en su estómago eran monstruos. Un golpe arranca la falda del tendedero, la camisa, el sujetador, la ropa interior, las cuerdas. Se queda sin nada. Los pájaros no pueden volar. Se desprende un trozo de fachada. En el periódico se podía leer que aquel árbol fue arrancado de raíz, que las casas se habían derrumbado. Se echa sobre mí y el viento me lo arrebata todo. Sólo quedaron ellos en la cama. Ya no hay techo, ni casa, ni sol, ni cielo. Sólo quedaron ellos en la cama. El vendaval se lo llevó todo. Y las lágrimas.

Fuerza en movimiento

Sonia Teruel

Vuelven las Propuestas

¿Qué os parece volver a sugerir temas y hacer apuestas para saber cuál será el tema para el 30 de septiembre?

Se abre la veda.

Ya sabeís, un tema por persona, y podéis decir lo que queráis. En otro post, los votaremos a ver cuál sale elegido.

Salu2

¿Ha sido una bala?
¿Ha sido un avión?

El Esquince del Grito y los Superhéroes ya ha pasado y encaramos el del próximo 30 de agosto: El viento. El grito y los superhéroes han tenido algún lugar común, como El Grito de Edvard Munch en dos de las obras. Ha sido, sin embargo, el tema de los superhéroes el que más ha dado de sí.

Se ha tocado desde los superhéroes de cómic como los de videojuegos como los de fantasí y rol; también se ha tratado el tema de la figura real del superhéroe como ídolos de algún determinado medio, en este caso escritores y músicos, centrándonos más en la idea del artista. No han aparecido, aunque no por ello nos olvidamos, de los héroes del día a día como bomberos, médicos, etc.

A este respecto, ha habido discusión sobre el tema de qué es un superhéroe o qué diferencia un héroe de uno "súper". Podéis seguir o añadiros al diálogo, aquí.

Si os apetece comentar alguna cosa más acerca del tema, decidlo en los comentarios de este post.

¡Buen Esquince!

Salu2

Esquince 15/08/2009, El grito y los superhéroes

Título con vagas referencias infantiles: Mis superhéroes

Clara Jáuregui

Bien, pues en esto que se encuentran George y Patrick en una convención cualquiera, donde se reúnen grandes genios, genios pequeñitos, e ingeniosos que se creen grandes. También hay mucha gente que va a ver a los genios, y estos a su vez, se mueren de ganas por ver a otros genios (y muchas veces no lo hacen ni en secreto). Hay a quien le sorprenden los gritos histéricos, la incontinencia urinaria y los desmayos ante estos personajes en concreto (ante otros que cantan o van detrás de una pelota en un mega estadio ya es más normal), pero a nadie le importa ese quién, que está claramente fuera de sitio.

Y como decíamos, George y Pat se encuentran, se miran, unen sus barbas y se reconocen como iguales. El mundo implosiona ante su encuentro, caen letras al suelo, despedidas como gotas de lluvia. Andrzej aparece por allí, por casualidad, y añade su gota de realismo, así que además de bardos y espectros hay brujos antisociales. Son los superhéroes de la fantasía, y están dispuestos a patear culos hasta que reciban los honores que se merecen. Porque las convenciones se han quedado pequeñas, el clamor de sus lectores se ha vuelto insuficiente para su talento, los Hugo y los Nebula son minucias para ellos. Han venido a reclamar lo que es suyo, y ningún Larsson de pacotilla, con sus so-called “personajes originales” podrá con su prosa: Arya, Gerald y Kvothe tirarán al anonimato a Lisbeth.

Así que juntos se van al bar y debaten sobre el futuro del género. Una vez más. Que si vive un momento de oro. Que si son todo clones vacíos. Que si dejad de plagiar a Tolkien. Que si una reinvención del género. Que si no mates a los mejores. Pero el alcohol no nubla las mentes llenas de ideas. Saben que son privilegiados de la palabra, de la facilidad ante la página blanca (y mejor, ante tantas páginas llenas), y que tienen un deber que cumplir: la procrastinación de millones de mentes humildes, pero llenas de imaginación, deseosas de perderse en desiertos (“Niña, cómprate un desierto y piérdete en él un rato”, y yo iba y me ponía a leer, aunque no estoy muy segura de que quisiera decir eso) y sentirse mejores personas porque ellos aún no han querido controlar poderes oscuros ni tirarse a su hermana.

Lo quieras o no, son superhéroes. Ellos tienen poderes que yo no tengo, y si te digo la verdad, los preferiría antes que volar o escuchar los pensamientos de la gente (además, seguro que la mitad son aburridos y la otra mitad asquerosos). Y mira que parece fácil conseguir esos poderes, eh? Pero no lo es, y si no que se lo pregunten a Charlaine Harris.

Surhomme impuissant crie

Ricardo Triviño Sánchez


Superhéroe onomatopéyico

Hatsue






Soneto de amor dedicado a Blanka, luchador de "Street Fighter"

Madame Blavatsky

Ya eres tan verde como Hulk, la Masa,
Cabello encendido, fuego rugiente,
Te enojas como fiera de repente,
Bramido que barreras sobrepasa.

No te afectan rayos gamma, ¿qué pasa?
A mí no me importa, mi amor mugiente,
Pues no eres un bárbaro displicente.
Yo te miro, heroico en tu carcasa.

Porque fuiste una vez un hombre blanco,
Eléctrico, digno de una pasión,
Un luchador valiente, bravo y franco,

Manteniendo en la calle la tensión,
Peleando cual verraco en tu flanco,
Zampando clorofila a discreción.



El último grito de Iggy, el superantihéroe de América

Sonia Teruel

Por la fuerza de Coriolis

Hace ya tiempo, durante el segundo Esquince dedicado a la velocidad, el texto de Ulises dio bastante qué hablar. Entre las diferentes cuestiones, apareció la duda de si la fuerza de Coriolis o efecto Coriolis contribuía en la creación de los remolinos que se forman al vaciar un desagüe lleno de agua.

Casualidades de la vida, ayer abrí al azar un libro titulado El pequeño gran libro de la ignorancia de John Lloyd y John Mitchinson (ed. Paidós, 2008), y justamente era la página que trataba este tema (¡lo juro!). Se afirmaba que esa creencia era falsa, que lo que contribuía al sentido del remolino y a su formación era la forma de la loza, la manera en que se quita el tapón, etc.

La idea de que en un hemisferio gira el remolino en un sentido y en el otro al contrario, como Los Simpsons nos enseñaron, viene originada, según los autores del libro, por una serie documental llamada Pole to pole donde se hablaba equivocadamente de ello.

Nuevo menú

Bueno, después de un tiempo de investigación, después de darse cuenta uno que saber utilizar JavaScript es más difícil que la h*stia, después de descubrir que la mayoría de cosas que pensabas hacer ya las han hecho otros antes y son tan amables como para explicártelo o ¡incluso! escribírtelo para que hagas un copy&paste de lo más sabroso, después de todo esto, empezamos a acercarnos al nuevo Esquince.

Más limpio, con menos columnas, más sencillo y con la información más visible y clara. Bueno, eso esperamos. Ya nos diréis si ahora lo entendéis mejor. :P

Quedan por ahí una cabecerilla sencilla y maja, mano de Sonia, y algunos detalles que tal vez se añadan y que han sido sugeridos por participantes del blog.

En fin, ya nos daréis vuestras críticas.

Salu2

Curiosidades de la lengua

El Esquince del 30 de julio ha pasado, y ya lanzamos la vista hacia el del 15 de agosto y su "Grito+Superhéroes". Sin embargo, no me quiero estar no quiero pasar la oportunidad de mencionar una cosa curiosa... er... filológicamente curiosa, quería decir. XD

Si se busca en el diccionario, "incompentecia" quiere decir cosas muy distintas, desde "disputa, rivalidad o rival" hasta "incumbencia, pericia o aptitud", correspondiéndose la primera definición con "competir" y la segunda con "competer". Ambos verbos, no obstante, provienen del mismo verbo latino, "cumpetere". ¿Cómo pudo ser que un mismo verbo tuviera significados tan diferentes?

Buscando en internet, encontré una de las posibles respuestas. Como me parece interesante (aunque tal vez resulte complicado por el excesivo uso de términos lingüísticos), os pongo el enlace aquí para que podáis leerlo.

Salu2