Huirse

Sonia Teruel

Irse para no volver, cuando quedarse ya no es una opción más, cuando nada de lo que hay ofrece una posibilidad de esperanza, cuando nada parece tener un desarrollo posible, cuando todo parece morir en la quietud, del mar de desilusión, de inocuo vacío. Irse de aquí y de allí porque no hay motivos para quedarse, donde sea. Ir a cualquier sitio, donde pueda empezarse de nuevo, donde haya esperanzas que crezcan, donde todo no esté muerto. Allí en donde todo pueda volver a resurgir. Un lugar que haga olvidar, el dolor del olvido, del pasado quemado, incinerado, que reside bajo la piel, los músculos, que recorre con la sangre y las venas todo el cuerpo, desgastado, maltratado, por no saber qué hacer, ni dónde ir. Ir y huir hasta perderse. Salir corriendo de aquí y de allí, de cualquier lugar donde no se puede esperar nada más, dónde la búsqueda falleció junto al idealismo, la inocencia. Desesperanza de un status quo. Romper con algo, que es todo, y moverse para crearlo de nuevo y tener visiones, y hacer algoritmos de vida dentro de un cuerpo agrietado. Hacerlo renacer, no resistirse a que se queme.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

A pesar de que tu texto se supone que va encarado a la esperanza que uno espera encontrar con la migración, hay muchísimo dolor en ese texto... muchísimo dolor en el pasado del que hay que "huirse", un dolor que no creo sentir, un afán de huida que creo no sentir, en mi caso, con la migración que me propongo.

Me gusta mucho descubrir esto, por una parte, por lo significativo que es migrar para huir de algo que se cree acabado y de lo que se quiere huir, como es el caso del yo de tu texto. Por otra parte, me gusta por lo valiente de huir de algo de lo que uno aún no se ha cansado, algo que todavía está en plena ebullición. Y para mí, modestia aparte, eso va a ser lo más difícil en mi camino: irse de donde se es aún feliz. O ya feliz.

Enhorabuena por un texto que genera más preguntas que respuestas, una vez más.

madame

Anónimo dijo...

¡Gran texto, Sonia!

Has mantenido el nivel del texto de principio a fin. Un texto sintácticamente interesante, lleno de subordinadas sustantivas para jugar con la impersonalidad y el listado, que te acelera la lectura, un ritmo que llama la prisa, a la urgencia de la huida. Y me encanta el final: "y hacer algoritmos de vida dentro de un cuerpo agrietado. Hacerlo renacer, no resistirse a que se queme". El "que se queme" es un final duro y sentencioso como un puñetazo sobre la mesa, aunque, como dice Blavatsky, con esperanza; digamos que es un final trampolín: se termina, pero aún se puede saltar, aunque el salto ya está en otro plano más allá del texto.

Anónimo dijo...

¡Qué texto tan bello y tan triste! ¡Tan lleno de adioses y vacío de holas! Sin boca y queriendo gritar...

Indoo

hatsue-san dijo...

Ay, el eterno dilema de que todo debe cambiar...pero los cambios no son fáciles. Tu texto parece un remolino, un "golpe sobre la mesa", que me suena tan sincero que si me enterara que ayer te fuiste a otro sitio no me extrañaría...

aningunsitio dijo...

Dios, gran respuesta: "Tu texto parece un remolino, un "golpe sobre la mesa", que me suena tan sincero que si me enterara que ayer te fuiste a otro sitio no me extrañaría..." (OoO)

Anónimo dijo...

Aningunsitio se ooea todo.

MB

Anónimo dijo...

por cierto, he encontrado esto:

http://eightiesfan04.blogspot.com/2006/05/movimientos-migratorios.html

MB

aningunsitio dijo...

Woalah! Qué fraude, qué tongo, Sonia! No me habías dicho nada! Buuuuh! Buuuuuuh! Fuera! XDDD

sonia dijo...

jajaja, qué espoileadores... SI, me he utlizado. qué pasa!!!