Terrible álef de primaveras

Ricardo Triviño Sánchez


La “primavera”, a diferencia de lo que muchos puedan pensar, no es la “primera” y “verdadera”, no es la suma latina de los adjetivos “prima et vera”; vamos, los que creyeran eso que se lo quiten de la cabeza, porque es mentira.

La “primavera” es algo mucho más terrible, por lo que comporta de obsesivo, de infinitamente inacabado, de humano. “Primavera” viene, efectivamente, de “prima”, primera, pero sus dos última sílabas provienen de “ver, veris”, cuyo significado es, nuevamente, “primavera”.

Aquí es donde hay que detenerse. Por un lado tenemos el “invierno” y el “verano”, que provienen de los adjetivos “hibernum” y “veranum”, respectivamente, y el “otoño” que se origina del sustantivo “autumnus”. Etimologías cronológicas y cerradas. No hay más. Principia et fine. En cambio (y ésta es una oposición muy a tener en cuenta porque es fundamental), la “primavera” no sólo es que “provenga de” sino que además “va a”.

“Primavera” se descompone en la aliteración “primera primavera” o, de manera más eufónica, “el principio de la primavera”. Es decir, dentro de sí misma, se contiene a sí misma, y tantas veces como se encuentre en su propio seno, el mismo número de ocasiones se jactará de ser la “primera”, el comienzo. Vamos, una burla descarada. Porque si la “primavera”, es decir, “la primera primavera”, guarda en su vientre otra “primavera” que se erige también como la primera cuando en realidad debería ser la segunda, la recta de Arquímedes se queda en un punto. Y esto no cuadra.

Es más, esta “primera primavera” podría formar perfectamente parte de una “primavera” anterior pues, si no, estaríamos tratando o de generación espontánea o de una estación infinita, cosa que, como nos enseñan los calendarios y las pasarelas de moda, no es así en absoluto. Igualmente, si la “primavera” señala “el principio de la primavera”, es como si dijéramos que es “el principio de «el principio de la primavera»”, juego que podríamos alargar ad infinitum en una progresión donde resulta no quedar lugar para tal comienzo.

Como resultado, nos asomamos a una mise en abyme vertiginosa donde las flores que florecen dan a luz flores que florecen sin dar la idea de marchitarse, sin mustiarse pero haciéndolo, como una humanidad de muñecas rusas que desconocen principio ni fin y que, sin embargo, nacen y mueren constantemente, matriushkas que crean dioses a su imagen y semejanza para poder detener la inabarcabilidad de su propio sentido y absurdo.

Nos encontramos, pues, en una mónada de galaxias infinitesimales que compiten entre ellas por ser la más cercana al sol, a la luz, todas, absolutamente todas, en un afán enajenado de aproximación incesamente, quedando todas irremediablemente a millones de años de tocar esa verdad. Siempre a merced de la eternidad de un camino con salida y meta irreconocibles. Y seguirá siendo así, por muchas primaveras que pasen. Que les quede muy claro.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

después de leer este post se me ocurre q podría proponerse como reto no mencionar el tema a tratar.
son

Anónimo dijo...

Pues yo no veo la palabra Primavera por ningún lado, a pesar de haber sido escrita más de veinte veces. Sin embargo veo a un Lingüista, quiero ser Lingüista escrito en cada una de las palabras. No le preguntaremos si acaso un día quiso serlo.

Anónimo dijo...

Son: ¿pq lo dices? ¿te ha parecido cansina tanta "primavera" escrita? XD

Cocamarin: Me encanta jugar con el lenguaje y eso lo saben todos los que me conocen. Y sí, le di vueltas a la palabra "primavera" y es probable que no haya hablado de la primavera. Está claro que "nomina sunt consequentia rerum" y no al revés.

Anónimo dijo...

está muy bién hombre! de algo tenía que servir una carrera como filología hispáica...

Anónimo dijo...

no me he enterado de nada...

Jose

Anónimo dijo...

no me he enterado de nada...

Jose

Anónimo dijo...

Tampoco es que dijera mucho...

Anónimo dijo...

Qué comentarios más duros...

Anónimo dijo...

El mío no pretendía ser duro, solamente resaltar la vaciedad del discurso en favor de la potenciación de la musicalidad de la prosa triviñosanchezca. Dicho de otro modo, no intentéis encontrar algo donde no lo hay y disfrutad, en cambio, de lo que véis.

Anónimo dijo...

Decir que "solamente resaltar la vaciedad del discurso" es como mearme en la cara. Que yo sepa, podré ser todo lo formalista que digas, pero tratarme de hueco me toca la moral, la verdad.

Mi idea es que el juego de palabras lleva al absurdo, y ese absurdo lo comparo con el absurdo de la vida. Los últimos dos párrafos son una descripción y comparación con esta idea. La belleza de la vida/primavera guarda, por un lado, una regeneración constante, incesante, de vida y muerte en un infinito engendrar (primavera/nacimiento/renacimiento, verano/vida, otoño/vejez, invierno/muerte); y por el otro, la horrible duda que pesa sobre el origen, sobre la razón primera de la existencia, ese no conocer ni principio ni fin.

En el texto trataba de dar vueltas sobre estas ideas. Obviamente, se mareó el mensaje, por mi culpa o no, y todo el mundo se quedó con la forma.

Madame Blavatsky dijo...

Haya paz...

a mí el texto me gusta en la medida en que trata de la etimolgía, tema que me intersa mucho

y entiendo a la perfección la "prosa triviñosanchesca" (mmm, habemus adjetivum para el estilum de aquí el menda), porque he aprendido a entenderle y a aprender de su fascinante lenguaje, y con ello también de su fascinacioón por el propio lenguaje, que es muy de admirar, y muy chulidelamuerte.

El texto es muy interesante, pero adquiere el tono ensayístico de un Cano Aguilar fascinado por la polinización.

;)

Madame Blavatsky dijo...

pd: tengo una matrioshka preciosa!

Anónimo dijo...

"pero adquiere el tono ensayístico de un Cano Aguilar fascinado por la polinización"

Buena definicón. XDDDD

Supongo que me enfadé más por el tono de ciertos comentarios que por la crítica en sí. :/

Anónimo dijo...

Bueno, yo no creo que tu discurso esté vacío, ni mucho menos, pero es más "cientçifico" que el reto, eso sí.

M.B

Anónimo dijo...

perdón, "más científico que el resto", quería decir

Miss Mistyping

Anónimo dijo...

perdón, "más científico que el resto", quería decir

Miss Mistyping

Ulises dijo...

Que quede en acta, la primavera es "la primera primavera", entonces la primavera enésima será la "enésima primera primavera", es un proceso ad infinitum, lógicamente, pero no es contradictorio, tiene su lógica en la recta de Arquímedes, porque después de esta primera primavera existirá otra nueva primera primavera, que no será ya la primera sino la segunda primera primavera, y después la tercera primera primavera, ergo la recta si existe, porque puedes poner en la recta primera primavera, segunda primera primavera, etc...

¿Por qué no haces matemáticas? Haces unas deducciones matemáticas bastante guais XD. ¿Y de qué conoces la recta de Arquímedes?

aningunsitio dijo...

Visto así, sí. Mi idea era jugar con una etimología que, en realidad, es falsa. Ver-veris no significa exactamente "primavera", sino la época del año que comprendía la primavera y el verano. Así, la primavera es el principio de esta época de buen tiempo.

Pero, bueno, jugando con el falso "primera primavera" quería decir "primavera en la posición uno", y si todas las que se generaban estaban en esa misma posición, tanto las posteriores como las anteriores, la recta de Arquímedes se queda en el punto 1.

Conozco estos términos matemáticos porque hice una asignatura de filosofía llamada "Introducción al pensamiento matemático" con Víctor Gómez Pin, un profesor fascinante. Antes de tener que optar por una de las vías discriminatorias del conocimiento actual, eligiendo las letras, era carne de pitagórico. Me encantaban y me encantan las matemáticas. Preciosos castillos de fracciones.

Desgraciadamente, salir de el castillo supone una gran dificultad para volver a entrar. Me cuesta ahora bastante seguir con la lógica matemática. No cejo en el intento, pues para ariete mi *****, pero ahora es más un hobby, una lógica recursiva que aplico en mis textos, que no algo a lo que quiera dedicarme.

Si estudiara algo más, insitucionalmente hablando, sería filosofía, puente ideal entre las disciplinas de letras y ciencias, a mi entender. Hubo gente de matemáticas en la asignatura de Víctor Gómez Pin que salió, igualmente, fascinada.

PD: Se te envió un correo para concretar ciertos aspectos referentes a tu texto. Sería de gran ayuda que nos respondieras. Gracias.