Contratiempos

En la recepción del IES Vicenç Plantada nos atendió un hombre bajito que tenía pinta de controlarlo todo. Lo típico de que el bedel sabe más que nadie... Estaba al corriente de quiénes éramos y nos condujo a la biblioteca. Allí un profesor estaba dando clase de repaso, creemos, a unos chavales. Escribían unas redacciones cuyo contenido escuché íntegramente pero que íntegramente he olvidado.

La sala era rara, no rara para una biblioteca pero sí para una clase. Había vitrinas de madera con estanterías de libros hasta el techo y las mesas, pupitres feos como todos los nostálgicos pupitres de escuela, no estaban de cara a la pantalla del proyector sino de lado. Esto es significativo porque los alumnos tendrían que prestar atención como si fueran egipcios. Esto, a mí al menos, recuerdo que me fastidiaba horrores en la escuela y acaba poniéndome a dibujar pasando del profesor. Estar incómodo en una clase es lo peor.

Al rato llegó Lourdes, que nos avisó que podíamos hacer pruebas con el proyector y los Powerpoints que habíamos preparado para la clase. Parecía que no iba a haber problemas, aunque después sí que los hubo. A pesar de tener conexión a internet, esta acabó fallando cuando quisimos pasar unos vídeos de Youtube. Dejamos los diferentes vídeos preparados para, luego, cuando los necesitábamos, descubrir que no se habían cargado ni un ápice. La barra de progreso marcaba la misma paupérrima cantidad de segundos que cuando los abrimos.

De Blavaysky descuidé un Powerpoint de ejercicios y tuvimos que rehacerlo mientras la clase avanzaba. Otro, que había con unos sonetos de Quevedo y Góngora, sólo lo guardé en la versión de 2007 (la extensión de cuyos archivos es la impagable .pptx) siendo imposible leerlo con el Office 2003 del ordenador del colegio. Uno intenta controlarlo todo, pero siempre hay algo que se escapa. Es en momentos como estos en que evoco las palabras del filósofo Edgar Morin: "Lo nuevo brota sin cesar; nunca podemos predecir cómo se presentará, pero debemos contar con su llegada, es decir, contar con lo inesperado".

Bueno, en realidad lo de Edgar Morin lo he pensado ahora. En aquel momento sólo estaba por la labor de cagarme en la informática.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Fueron incidentes sin importancia, cosas del directo, jeje

Yo creo que el balance fue muy bueno, porque conseguimos montar con más o menos éxito la tercera hora, que no estaba programada(aunque noté que se hizo más pesada).

Gracias por esta crónica sobre nuestra apasionante aventura, xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

MB

Marc dijo...

Me gusta mucho vuestra experiencia :)

Me he encantrado esa frase de Morin, la encuentro muy cortazariana. Yo tambien tuve problemas con los ordenadores cuando hice mi presentacion sobre Espanya a los chicos del liceo de Varsovia, pero como dice Laura son las cosas del directo y siempre dan vidilla a la clase, a la puesta en escena, aunque reconozco que a veces e smuy facil cagarse en los ordeandores jajaja...
Felicidades por la experiencia!

cocamarin dijo...

Get a Mac.

cocamarin dijo...

Me ha hecho mucha risa lo de prestar atención como si fueran egipcios jjjjjjj

Y los pupitres rancios los echo en falta... Llámame nostálgico.