La "famiglia"

Madame Blavatsky

Se abre el telón. Habitación oscura, iluminada por lámparas rojas de estilo burdel, con flecos dorados y una cadenita colgando. Un hombre trajeado y cano, de espaldas, tira suavemente con los dedos índice y corazón de la cadenita de una de esas lámparas, la que está situada a la derecha de la gran mesa redonda de tapete verde. Alrededor de la mesa se sientan cinco personas. El encendedor de lámparas se sienta, ocupando el sexto sillón. Lleva bigote fino y se lo atusa, frunciendo los labios hacia un lado de la boca. Parece que le ha dado un paralís. Algo no le gusta. Va repeinado con brillantina. Apoya los codos en la mesa de forma que los puños de las mangas de su camisa quedan al descubierto, dejando ver así sus gemelos de oro con enquistes de diamante, que se quita con parsimonia y que deposita sobre el tapete, junto con cuatro fajos de billetes que ya se encuentran allí, semiesparcidos. Aunque la luz sigue siendo tenue, vemos las caras de los cinco adversarios, la mayoría de ojos fijos y entornados puestos en la mano de cartas que cada uno sostiene frente a sí. El canoso mira furtivamente hacia los lados, se toca disimuladamente la nariz con el dedo, vuelve a atusarse el bigote hacia abajo. Está nervioso. La sala está en silencio. Entra, cautelosa y felina, una muchacha rubia, de piel cristalinamente blanca, con un vestido rojo de lentejuelas, un escote vertiginoso, haciendo cloc cloc con sus tacones. El pelo le cae en cascada por el rostro medio tapándole los labios de rubí. Su perfume intenso a nardos, tal vez coronado por un toque de almizcle, se huele desde la primera fila. Se acerca por detrás al atusador, posa las manos sobre sus hombros y empieza a masajear con suavidad.

ATUSADOR (en tono nervioso): Déjame, estoy jugando…
MUCHACHA ARREBATADORA: … quisquilloso…
ATUSADOR: Esto es de vital importancia, Daisy…
PAULIE: Acaba ya, o te saltamos el turno, ¡maldita sea!
ATUSADOR (mirando ceñudo a Paulie, y en tono amenazante): Paulie, pequeño hijo de perra, no te pases ni un pelo conmigo…

Revuelo general en la habitación, protestas a medio formular de los allí presentes, incomodidad, ajetreo. Daisy se aparta el cabello de la cara.

SONNY: Ya basta, ragazzi, dejad que continúe el juego… esta jugada es de vital importancia. Se ha jugado los gemelos, ¡maldita sea! No podemos obligarle a que juegue atolondradamente… Tened un poco de paciencia… El juego es el juego… no seáis chapuceros, ¡por el amor de Dios!

El atusador mantiene su bigote a raya mientras los demás bajan la vista, agachan la cabeza y se callan. Él continúa mirando sus cartas y escrutando a sus contrincantes alternativamente.

PAULIE (mascullando): Está bien…

Daisy sonríe, perversa. Ya ha visto la jugada del maestro.

DON VITO CORLEONE: Paulie… ¡Me vas a pasar ya mismo lo que viene siendo el abuelo tirolés, la abuela mexicana, la madre china y el hijo bantú! ¡Te jodes! ¡Me he hecho cuatro familias de golpe, jaaaaaaaaaaaaaaa, jaaaaaaaaaaaaaa!
PAULIE: ¡Hijo de puta!

Don Corleone se frota las manos. No hay nada como una sesión de las Cartas de 7 Familias de Heraclio Fournier, junto a la familia.

DON CORLEONE: Ahhh, la "famiglia" (mirando al vacío, suspirando con su voz ronca y pasándose, distraído, la uña del dedo pulgar desde la patilla hasta el mentón, como quien traza la línea que hubiera de seguir un cuchillo vengador).

En la primera fila, los espectadores se estremecen ante la grandeza de El Padrino y su dedo amenazador.

8 comentarios:

aningunsitioperosevenfamilies dijo...

Diossssssssssss XDDDDDDDD

Creo que tengo un álbum de fotos de chinorris con la portada hecha por el mismo dibujante de 7 familias de Heraclio Fournier.

Don Vito Corleone jugando con eso???

Qué frikada, madreeeee XDDDDDDD

Marc dijo...

jajaja...me he sentido leyendo una obra de teatro al estilo Valle-Inclan, que guay, enhorabuena!!

Rose dijo...

Tremendo, divertido... en pocas palabras, ¡genial!
Me ha gustado mucho meterme en ese mundo de mafia y gangsters para que me sacaran de golpe y porrazo y además, con una carcajada.

Madame Blavatsky dijo...

Frikadas, so lo mío. Si puedes imaginar a unapanda de mafiosos jugando, no a la brisca, sino a las cartas de familias, bienvenido. Me interesa mezclar lo vulgar con lo sublime, a ver si escribo mi manifiesto ya de una vez. Un artista que se precie tiene que tenerlo, ¿no?

Marc, gracias por notar los toques técnicos, confiaba en ti. :)

Lady Marmaduke dijo...

No tengo palabras... ahora el señor vito me cae aún mejor jajaja!

Ulises dijo...

No sabía lo que era el juego este de cartas. He pinchado en el link, lo he leído y sólo puedo decir una cosa: ¡Qué frikada más grande! Corleone jugando a esas cartas, ¡quién lo iba a decir! Muy original Madame.

Marc dijo...

Siii el estilo rezuma a Teatro del siglo XX con Manuel Aznar :-)

me gusta porque recuerdas a ese estilo y a la vez tienes tu personalidad, grande madame, grande...

Anónimo dijo...

Marc, me vas a sonrojar... jejejejjee

Momento pajeril del blog, como decíamos en algún otro sitio...

Helena Petrovna