Casualidades

¡Se acabó la hecatombe! Continúa Esquince. Sin embargo, os cito un fragmento de la novela Amuleto de Roberto Bolaño, que justo terminé de leer el 14 de octubre y, curiosamente, anunciaba el Esquince venidero:

Habló de la venganza de Orestes. Una hecatombe espiritual, dijo. ¿Sabes lo que significa una hecatombe? Yo identificaba esa palabra con guerra nuclear, así que preferí no decir nada. Pero Coffeen insistió. Un desastre, dije, una catástrofe. No, dijo Coffeen, una hecatombe era el sacrificio simultáneo de cien bueyes. Viene del griego hekatón, que significa cien, y de bûs, que significa buey. Aunque en la antigüedad están registradas algunas hecatombes de quinientos bueyes. ¿Te lo puedes imaginar?, dijo. Sí, yo me puedo imaginar lo que sea, le contesté. Cien bueyes sacrificados, quinientos bueyes sacrificados, el humo de la sangre se debía de oler a distancia. Los participantes se mareaban en medio de tanta muerte. Sí, me lo imagino, dije. Pues la venganza de Orestes es algo similar, dijo Coffeen, el terror del parricida, dijo, la vergüenza y el pánico, lo irremediable del parricida.

Casualidades de la vida. :)

2 comentarios:

Clementine dijo...

Qué curioso, mi historia inacabada tenía que ver con la vertiente mitológica de la palabra. Igual un día os sorprendo y la acabo. Y luego me tiráis piedras por haber tardado tanto en escribir "eso".

aningunsitio dijo...

Pues si hubieras mandado tu obra, este texto hubiera ido encabezado por un: "coincidiendo con Clementine, el gran escritor Roberto Bolaño también trató la hecatombe desde su vertiente etimológica y ritual". Has perdido una gran oportunidad de equipararte con los grandes de la literatura. XDDD