Diario de mi último sueño en la tierra, por Natalia González.

Anoche soñé con él y con su incorpórea y alienante presencia. Su espíritu había vuelto a la ciudad, reviviendo en cada paso que daba, acercándome más a él. Desde que aterricé de aquél vuelo venido de Bucarest, sentí su presencia, quizás pueda sonar extraño pero las señales me parecían tan certeras que me sentía incapaz de escapar. Una tras otra se me presentaron casualidades adversas que únicamente parecía haber puesto el destino para contraer mi corazón de miedo. Primero fue en el aeropuerto, cuando ni siquiera había llegado, cuando sólo las alas del avión parecían un simple espejismo causado por el calor. Una vez en la ciudad una extraña llamada de teléfono, después, en la fiesta, y así se sucedieron las señales, alcanzando mi vida más cotidiana, llegando a presentarse incluso en la universidad y el trabajo. Cada vez se me presentaba más clara la certeza de que iba a tropezar con algo grandilocuentemente adverso.

Hasta que finalmente un día su sombra tras una larga carrera por calles infinitas dio conmigo. Me cogió de la mano después de darme un abrazo, me llevó a tomar un café, manchó mi descafeinado de temblores, cómo iba a poder dormir con tal carga. Una carga que no era física, no era nada insostenible, era algo que marcaba todo mi presente y que anulaba todo futuro posible. Si la prudencia había sido hasta aquél momento mi guardiana sabía que aquello ya formaba parte del pasado, y aún así no lo sabía todo, pues no podía sospechar lo que yo misma ocultaba.

Quizás fui ilusa al dejarme llevar por los acontecimientos sin oponer ninguna resistencia, después de tener tantos años para prepararme para su vuelta, se podría decir que no había sido lo suficientemente previsora. Cuando le dejé volver a mi vida por una puerta considerablemente grande, aunque envejecida, fue directamente al seno de mi existencia presente. Se introdujo como lo haría un ácaro, de forma que sin notarlo pudiese hacer mella su plan de destrucción. Su forma de atacar fue tan premeditada que tuvo en cuenta incluso por donde yo no opondría ninguna resistencia, ya que estaría ocupada con la preocupación central, él y su efecto en mí. Así fue cómo descuidé el flanco que debía preservar y así fue como él lo rasgó, apoderándose de él y quedando yo sola y desvalida como nunca. Una noche fría de octubre abandoné todo lo que había defendido en aquella batalla de sombras y pasado, encontrando como único techo el inevitable, y como única curación la venganza.

Volví a la sociedad un 30 de noviembre llena de heridas sangrantes y llevé a cabo mi plan de exterminación, el cual tenía como única enemiga la humanidad y sus frutos. Fui a trabajar como un humano más sabiendo que ese día no sería como los demás. Sabía que no podrían abandonarme las sombras que él me traía y que su tarea no tenía como fin únicamente arrebatarlo todo de mis manos sino que pretendía acabar con mi completa destrucción. Cuando se presentó yo ya estaba preparada como un soldado en su última batalla, tenía una mano que él no podía sospechar y era que conocía el final de la historia. Después de que todos los gusanos y bastardos hubieran ocupado hasta aforar la sala, cuando la película llevaba más de hora y media, cuando estaban apunto de oírse los aplausos de autocomplacencia habituales, lo hice, gané la batalla, conmigo dentro apreté el detonador.

Sonia Teruel

11 comentarios:

Madame Blavatsky dijo...

Inglourious Basterd of mine...

Me ha encantado poruq eal principio no tienes ni puta idea de lo que es... luego sí.

La foto es tuya?

sonia dijo...

sí hice un dibujo cutre, q es el fondo y lo otro son imágenes de una película.

aningunsitio dijo...

A mí me han encantado los dos montajes que has hecho para este Esquince, el del texto y el de la cabacera. El de la cabecera es molón a más no poder, es elegante y es simétrico (XD). Y será cosa mía, pero yo en el centro, en las rocas, ¡veo una calavera invertida!

El del post me encanta por los colores, por ese hongo nuclear, nuclear no porque parezca el de una explosión nuclear (que para mí no) sino porque parece una seta mutante, gigante y horrible, además de estar pintada con unos tonos enfermizos. Las dos figuras superpuestas están colocadas con calité, con la sabiduría de quien sabe utilizar el photoshop y NO SÓLO usa filtros al azar (pongamos un desenfoque gaussiano). Dix points! XD

Al texto le pasa lo que al de Marcela, tiene ciertos detallitos en la sintaxis y en la puntuación que hacen que cueste más de leer y de entender. La voz es muy "soniesca", esa voz que sigue las acciones del texto, que está ahí, que habla de cosas abstractas y misteriosas y de esa náusea en su estómago pero que lo hace, en cierta manera, desapasionadamente.

Grandilocuentemente es un verso entero para un haiku y la tercera persona del singular de aforar es ¿afuera? ¿Él o ella afuera? XD Por cierto, ¿qué significa? El DRAE no me ilumina en absoluto. XD

Madame Blavatsky dijo...

Sí, a mí la cabecera también es de las que más me molan... miraré lo de la calavera, a ver si te has vuelto paranoico ;)

aningunsitio dijo...

POR CIERTO, ¿A QUÉ SE DEBE LA DOBLE AUTORÍA? ¿POR QUÉ TU NOMBRE ESTÁ AL FINAL?

sonia dijo...

aforo>aforar, viene de la jerga cinéfila q aún no ha sido aceptada por la Rae, y q no por ello deja de existir!
dices bien lo de NO sólo respecto a los filtros, pq casualmente no ha sido utilizado el desenfoque gaussiano sino métodos más complejos q los amateurs no podrían entender, aunque no lo parezca. pq esa es la sabiduría de todo photoshopista! q parezca fácil lo difícil!XD

sonia dijo...

La doble autoría...., quería crear confusión al respecto... q no se supiera q lo había escrito yo hasta llegar al final... no sé si lo habré conseguido. quería crear un diario ficticio y q no pensaseis en mi voz como narradora.

sonia dijo...

Ah, y Natalia es una de mi trabajo q bien podría ser la autora de esta hecatombe.

aningunsitio dijo...

Gracias por las aclaraciones, aunque no has acabado aclarándome qué significa "aforar". :)

sonia dijo...

llenar la sala!!!!

aningunsitio dijo...

De acuerdo, de acuerdo, no es para ponerse así. Artistas...